Historias de Clientes
Jorge Vladimir Torres
De capitán de lancha a empresario turístico
Su empeño por atender bien a sus clientes lo impulsó a aprender inglés, compró sus propias lanchas y 19 kayaks, ahora tiene una empresa llamada Vladimir Kayak and Boat, gracias al apoyo financiero de MiCrédito.
Había pasado 28 años de su vida fuera del mundo del turismo. Su única experiencia laboral estaba registrada en un taller de mecánica cuando decidió apoyar a su suegro en el negocio del turismo acuático. Su función era la de ser capitán de lancha.
Jorge Vladimir Torres, de 35 años de edad, confiesa que su vida "ha cambiado 180 grados" y ve el mundo "desde otra perspectiva". Ese día que inició su trabajo como capitán, supo que había encontrado lo que no estaba buscando y su entusiasmo por esta nueva aventura fue enorme.
"Cuando vine a trabajar, vi la necesidad de aprender inglés como herramienta básica para atender a los clientes", cuenta Jorge Vladimir. Estudiaba los días sábado hasta alcanzar un buen nivel de conversación.
Hace cuatro años, Vladimir, como le conocen sus allegados, se aventuró a tener su propia lancha y ofrecer él mismo los servicios turísticos de tours por las isletas de Granada. "Gracias al apoyo decidido de familiares y con el financiamiento de MiCrédito logré tener mi primer lancha", recuerda.
El aprendizaje del inglés, su propia lancha y la experiencia de tres años como capitán de lancha fue el excelente inicio de su empresa y su marca Vladimir Kayak and Boat, que ofrece además del tour de dos horas de aventuras para descubrir la fauna y flora de las isleta de la gran sultana.
"Luego de la primera lancha, me compré otra al año siguiente, después vendí la primera y me compré una tercera lancha, para tener siempre dos. Ahora cuento con 19 kayaks también", refiere Vladimir, quien explica que trabaja con hostales y turoperadoras de la ciudad, los que lo llaman cuando un turista quiere hacer un tour por las isletas. "Ellos me llaman y yo les consulto cuántas personas son, de esta manera organizo todo el movimiento que incluye desde ir a traerlos, hacerles el tour hasta llevarlos de regreso".
Invertir en este negocio y tener el apoyo financiera de MiCrédito le ha permito mejorar positivamente su vida "He cambiado dos motos en cuatro años, he mejorado mi casa porque le he invertido más en tres cuartos completos con baño e inodoro, cielo raso y bardas de bloque con serpentina".
Vladimir invita a los demás jóvenes a perder el miedo por emprender y aconseja tener paciencia. "Todo inicio es difícil pero eso cambia en el transcurso del camino porque yo al inicio era capitán, era el guía y lo hacía solo, pero eso cambió", aseguró este joven emprendedor, quien tiene su puesto de trabajo en la península Asese.
Sobre MiCrédito, Vladimir Torres dice estar muy agradecido porque, en su opinión, "es una financiera como muy pocas. No la comparo con un banco porque son muy estrictos. MiCrédito nos abrió las puertas y cuando yo los necesito, ellos siempre están ahí".